El Congreso pretende prevenir impactos medioambientales en los ríos bercianos
El Congreso de los Diputados insta al Ministerio de Medio Ambiente a suspender de forma cautelar la autorización de nuevos aprovechamientos hidroeléctricos en la cuenca del Miño-Sil a fin de prevenir los impactos medioambientales. La Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca aprobó recientemente y por unanimidad una proposición no de ley que presentó inicialmente el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y defendió la parlamentaria de este grupo Olaia Fernández Davila. En el Bierzo esta decisión afecta al desarrollo de siete proyectos de aprovechamientos hidroeléctricos: el del río Burbia en Villafranca del Bierzo, el del Cúa en el Santo del Carballal (Peranzanes), el salto de Las Hilachas en el Burbia (Villafranca), el aprovechamiento en el río Tremor en Torre del Bierzo, el proyectado para los arroyos Grande, Pequeño y Presas (Molinaseca y Ponferrada), el salto de Ocedo del río Ancares en Vega de Espinareda y el de San Fiz do Seo, en Barjas. Además, hay otros cuatro aprovechamientos afectados en el arroyo de la Sierra, en Castrillo de Cabrera.
La proposición no de ley aprobada por el Congreso con los votos del PP, PSOE y BNG reclama que de forma previa a la concesión de autorizaciones, se hagan los correspondientes estudios de impacto ambiental y social de los aprovechamientos ya existentes o en fase de ejecución. El objetivo es prevenir la construcción de estos embalses o minicentrales antes de que se determinen las nuevas normas de planificación sectorial de la Directiva Marco del Agua.
La iniciativa presentada inicialmente por el BNG incluyó en su aprobación en el Congreso una modificación motivada por una enmienda transaccional impulsada por el PSOE y el PP. Esta reforma del texto de la proposición no del ley se centró en cambiar la petición de paralización instada por el BNG por la de suspensión cautelar mientras que concluyen los estudios de impacto ambiental y social. La propuesta respaldada por los grupos de la Comisión de Medio Ambiente se basa en la necesidad de reducir la presión que soportan las cuencas del Miño y del Sil, en las que actualmente hay casi 80 instalaciones hidroeléctricas. A juicio de la diputada del BNG, esta situación supone un enorme impacto medioambiental, paisajístico y también cultural. Por ello, la resolución solicita al Ministerio de Medio Ambiente a continuar con la tramitación de los expedientes de caducidad de las concesiones y a acometer una revisión jurídica de las autorizaciones con las que cuentan los actuales aprovechamientos. El objetivo final de es que se tomen medidas contra aquellos aprovechamientos hidroeléctricos que no cumplan con las condiciones y características establecidas en la concesión otorgada en su día. Es decir, que se extingan aquellas autorizaciones que estén en situación irregular.
El Ministerio de Medio Ambiente resolvió hasta octubre de 2008 un total de 281 expedientes relacionados con concesiones y autorizaciones para instalar, ampliar o adaptar aprovechamientos con potencia menor de 5.000 kilovatios en la cuenca de los ríos Miño y Sil. Un 33% de estos proyectos corresponden a Castilla y León, de los cuales, la mayor parte se sitúan en el Bierzo. Hasta la citada fecha, las solicitudes correspondientes a la provincia leonesa, 60 fueron denegadas, 12 aprobadas (tres de las mismas ya construidas) y 19 en fase de tramitación, según una respuesta parlamentaria del propio Ministerio de Medio Ambiente.